Entre la retórica utilizada a menudo en los círculos proabortistas figura el argumento de que prohibir el asesinato de niños no nacidos no cambiará gran cosa, y que todo el procedimiento continuará en la «clandestinidad». Personalmente, detesto este término, que asocio con las hazañas heroicas de los polacos durante las ocupaciones alemana y soviética. Sin embargo, permaneciendo en el tema del aborto, el argumento de la izquierda debe considerarse fuera de lugar. Lo confirma, entre otras cosas, la situación en Estados Unidos tras la anulación del precedente de Roe contra Wade.
¿Cómo se ve esto en la práctica? Los datos sobre Texas muestran que anteriormente se mataban allí varios miles de niños no nacidos al mes. En cambio, tras la entrada en vigor de la ley firmada por el gobernador católico Greg Abbott, que prohíbe totalmente matar a los niños no nacidos salvo para salvar la vida de la madre, sólo se practicó 1 aborto. Además, se produjeron 67 casos durante el periodo de tres días en que el tribunal socavó temporalmente la ley de protección de la vida. Las cifras anteriores proceden de una publicación de la Comisión de Salud y Bienestar de Texas, que examinó el descenso de los asesinatos prenatales desde que entró en vigor la ley de protección de la vida.
Igualmente digna de mención es la situación en Florida, donde las decisiones de las autoridades estatales han dado lugar a mejoras significativas en la protección de la vida de los niños no nacidos. Apenas unos meses antes de que se retirara el precedente de Roe contra Wade, en febrero de 2022, los republicanos de la Cámara de Representantes del estado aprobaron una ley que prohibía el aborto después de las 15 semanas de embarazo. La ley es ampliamente respetada, como demuestra, por ejemplo, un caso muy sonado ocurrido en agosto de 2022, cuando un juez de Florida dictaminó que una joven embarazada de 16 años que quería abortar no podía hacerlo porque no era lo suficientemente madura. El tribunal dio más tiempo a la adolescente para que adquiriera una mayor «comprensión de las consecuencias de interrumpir un embarazo». La mejora de la protección de la vida se debe, entre otras cosas, al gobernador de Florida, también católico, Ron DeSantis.
En julio de 2022, el primer mes en que dejó de aplicarse el precedente de Roe contra Wade, el número de abortos en Texas fue de 68. Esta cifra contrasta con los 4.879 asesinatos de niños no nacidos en el periodo correspondiente, julio de 2021. Significativamente, de estos 68 abortos, sólo uno se realizó invocando una excepción para salvar la vida de la madre.
Los otros 67 fueron probablemente cometidos por el negocio del aborto cuando un juez liberal del condado de Harris intentó bloquear la protección de la vida humana y detuvo la aplicación de la ley durante tres días, destacó LifeNews. Rebecca Parma, de la organización Texas Right to Life, también comentó la situación. Según ella, los datos de julio muestran el éxito de la legislación provida recientemente introducida.
El aborto selectivo ya no es legal en el estado de Texas, y se están salvando vidas a niveles sin precedentes. Sin embargo, debemos permanecer vigilantes en todo momento. La industria del aborto aprovechará todas las oportunidades posibles, legales o no, para continuar su guerra contra los niños no nacidos», valoró la activista provida.
El descenso de los asesinatos de niños no nacidos ha sido posible gracias a la anulación de la sentencia Roe contra Wade, dictada en 1973 por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, que supuso la legalización del aborto a petición en ese país. Sin embargo, en 1992 se dictó la sentencia Planned Parenthood contra Casey, que ratificó y reforzó esta normativa. En junio, el Tribunal Supremo decidió invertir el precedente. El hecho de que la mayoría de los jueces sean conservadores, nombrados, entre otros, por Donald Trump, fue un factor enorme. Así pues, se presentó una oportunidad única para proteger mejor la vida de los niños no nacidos en Estados Unidos. Afortunadamente, fue incautado.
Este hecho ha desatado el frenesí entre los radicales proabortistas de Estados Unidos. Los medios de comunicación han informado repetidamente de casos de intimidación y vandalismo en edificios religiosos. Los activistas proaborto también protestaron de forma vulgar frente a la sede del Tribunal Supremo. Su comportamiento agresivo conmocionó a la opinión pública estadounidense. Sin embargo, toda esta situación demuestra que los muchos años de valiente actuación de jueces, políticos y activistas provida están dando resultados concretos.
La presión tiene sentido y es capaz de provocar cambios positivos en la legislación. Estados como Texas y Florida son buenos ejemplos de ello.
Editado por:
Pawel Zdziarski, Redactor
Fuente: Editorial
Fuente de la imagen: tulsaworld.com/news